Como siguiendo las tradiciones del infortunio, la edición número 13 del festival fue interrumpida en su primera jornada por la granizada más fuerte que cayera en Bogotá en casi 40 años. Afectada en gran parte su producción con equipos mojados, el escenario Lago casi inservible, daños en carpas y techos y un desolador panorama que a nivel de paisaje parecía el retrato de una campiña europea en medio del invierno, Rock al Parque vivió su festival más atípico. Cambios drásticos en la programación debido a la cancelación del día sábado, pero aún así con un público fiel que respondió a la convocatoria y que fue testigo de una programación variada con 24 bandas distritales de convocatoria, 10 bandas locales invitadas y 3 nacionales junto a 16 bandas internacionales. 

Rock al Parque rindió un homenaje al rock bogotano al incluir en su programación a Agony, Ultrágeno (que regresó exclusivamente para el festival) y Aterciopelados, banda ésta de cierre del festival. Los argentinos de Catupecu Machu, los chilenos Bunkers, los norteamericanos Coheed & Cambria y Have Herat, el panameño Cienfue, los uruguayos El Cuarteto de Nos, los venezolanos Amigos Invisibles y los ecuatorianos Rocola Bacalao, asumieron la cuota internacional en una gran diversidad de estilos. 

El día cancelado, se reprogramó para el sábado siguiente y dándole un componente adicional se contrató rápidamente y para el cierre, a la agrupación de grind core y death metal Brujería.